Muchas luchas fueron travadas para conseguir la consolidación de nuestra Patria.
La península Cisplatina tomava su formato a costa de muchas batalhas y
gran resistencia por parte de nuestro pueblo nativo, los campesinos
mal armados, sin uniformes pero con una capacidad de lucha increible,
su coraje a toda prueba, su ánsia de continuar libres ellos y sus
hijos.
Cuentan algunos historiadores, que en una de esas batallas, nuetros
valerosos patriotas se reunieron para enfrentar una fila enemiga que
se aproximava de la costa uruguaya.
Eran varios navios con sus cañones, llenos de soldados bien equipados
y muy numerosos.
Una cálida tarde de primavera iba a ser testigo de una cruenta
batalla, sangrienta y desigual.
Nuestro grupo se reunió rapidamente para ver el desembarque y tentar detenerlo.
Una vez en tierra, el invasor se mostró varias vezes superior en
soldados y armas a nuestros valientes.
Teniamos un comandante si, el estava observando atentamente para tomar
una decisión.
El ayudante de él, el mismo que reunió todos los hombres disponibles
para la lucha, aconsejó a nuestro jefe:
- Ellos son muchos señor, mejor seria retirarnos.
El comandante, montado en su brioso caballo, a pocas centenas de
metros de distancia, en una loma próxima, observava, pensava y dava
vueltas estudiando la situación.
Lo que el enemigo no sabia era de la destreza del gaucho con su
caballo y sus armas de lucha.
En determinado momento se dirigió al gentio que lo acompañava:
-Al gauchaje, a los hombres de mi pueblo! Hermanos, tenemos ahora que
elegir a continuar viviendo como perros esclavos o luchar por nuestra
libertad!
Es ahora el momento de decidir si derramamos nuetra sangre con honor o
nos submetemos!!!
El pueblo enloquecido clamava por libertad, eran jóvenes, adultos,
gauchos, indios nativos, todos al mismo tiempo gritando para defender
su suelo patrio.
Entonces el comandante se decidió, desenvainó su espada y la apuntó en
dirección a los invasores al grito de: - NO PASARÁN!!!!
VAN A SABER QUE SANGRE CORRE EN LAS VENAS DE UN ORIENTAL!!
Y emprendieron su loca cavalgada al encuentro del enemigo, primero a
un trote manso y luego a galope tendido con todo lo que tenian,
lanzas, sables en la diestra, indios con boleadoras y lanzas, hasta
perros cimarrones acompañavan la lucha.
A pocos metros del encuentro, bajaron sus lanzas apuntando al pecho del enemigo.
El comandante estava al frente con su sable empuñado y dio la orden:
-MUERTE A LOS INVASORES!!
A LA CARGA MIS GAUCHOS, TOQUE A DEGUELLO MIS VALIENTES!!!!!
Y la aplacible tarde primaveral presenció una carniceria, un valle
totalmente teñido de rojo carmin.
Quien escribió sus memorias, relata una de sus últmas frases: “Dia
lindo para morir”............... Asi habia dicho el comandante antes
del confronto.
Cuando le fue preguntado si no temia la muerte en una próxima bataha
el respondió:
Que importa morir hoy o de aqui a cincuenta años?
Es lo mismo.
Lo importante es morir por um hecho heróico!
Con esta y otras páginas de hechos valerosos, no menos sangrientos,
fue creada en la Banda Oriental el origen de nuetra Patria.
Nunca olviden, devemos honrrar a quienes derramaron su sangre en
beneficio de nuestro pueblo, porque nuetra libertad no fue dada, fue
conquistada con mucho sudor, sangre y lágrimas.